¿En qué consiste tu proyecto? ¿Dónde encontraste la inspiración para desarrollarlo, cómo surgió la idea?
En el norte de la Ribeira Sacra, en la comarca de Chantada, en el Ayuntamiento de Taboada, a una de sus 4 parroquias de la Ribera, la de Xián, llegó hace muchísimos años a la Casa Grande de Vilasusá un aparato, que le llamaron “O Ferro”. Con este utensilio la señora de la Casa Grande hacía unas riquísimas galletas, que cocía entre las dos placas de hierro encima del fuego de la lareira (chimenea). El Hierro y la receta pasaban entre la familia, de unas casas a otras, para celebrar siempre con galletas los días más importantes.
Así es cómo se fue expandiendo por la parroquia hasta llegar a 3 familias de Xián, que ya de vuelta de la emigración de Suiza, y con una máquina un poquito más avanzada (que se enchufaba a la corriente eléctrica), decidieron juntarse para hacer galletas y venderlas en las ferias, en los mercados y también a nosotras, en la panadería artesana que tenemos desde 1986.
Con el paso de los años, estas pioneras, por cuestión de edad, tuvieron que dejar de hacer las galletas. Entonces vinieron hasta la panadería y le dejaron la receta a mi madre, para que continuara la tradición de las mismas. Durante muchos años mi madre pasó tardes enteras haciendo las galletas de Xián, ya que la máquina nos daba 4 galletas de una vez, lo que ralentizaba mucho el proceso.
Ya en el 2021 decidimos innovar en el método de elaboración de las mismas, para tener una máquina con más capacidad productiva que nos permita darlas a conocer más allá de Taboada. Para ello creamos y personalizamos una máquina en la que se cuecen 24 galletas. Aun así, todo el proceso de elaboración tiene un acentuado carácter artesanal, requiere de muchas horas de mano de obra, ya que, una a una, cada galleta tiene que ser tratada con la delicadeza que la caracteriza. Sabiendo el territorio en el que estamos, con todo el respecto a la Viticultura Heroica, perfectamente podemos llamarla “Repostería Heroica”.