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Entrevista a Susana Pacheco, de NansaNatural

12 Sep 2022

Susana Pacheco, NansaNatural

“Para las mujeres que quieren emprender en el medio rural les diría que ¡adelante!”

Susana Pacheco es empresaria y participante del programa Desafío Mujer Rural, al que llegó en etapas iniciales con NansaNatural, un proyecto de turismo sostenible en el medio rural que pone en valor el patrimonio natural, cultural y paisajístico de los entornos rurales de Cantabria a través de experiencias con un profunda base cultural, que establecen relaciones interculturales directas y respetuosas con la población local y que permiten crear vínculos con el territorio.

¿Cuál es tu vínculo con el mundo rural? ¿Has vivido siempre en el mundo rural?

Siempre me ha gustado la naturaleza y caminar, así que conozco muy bien la región en la que vivo -Cantabria- y sus entornos rurales gracias a tantos años de rutas por sus montañas y pueblos.

Como anécdota os contaré que nací en la ciudad de Santander, pero di mis primeros pasos en el pinar de un pueblo, en aquella época no tan turístico, de Ribamontán al Mar. ¡El destino parecía que estaba escrito! Ahora es bonito recordar también las excursiones con mis padres en el viejo Seat 850 que conducía mi madre – ¡qué valiente! – por las estrechas carreteras que nos llevaban a pueblos escondidos entre montañas, ¡qué aventuras y cuánto aprendí! Luego mis estudios de Geografía aumentaron aún más las ganas de conocer nuevos paisajes y culturas por todo el mundo.

¿Qué te motivó a iniciar tu actividad en el entorno rural?

Tras muchos años en los que he sido docente, organizado actividades diversas (exposiciones, proyectos didácticos y museográficos, excursiones, etc.) para instituciones y empresas privadas, y formado parte de ONG, vi la oportunidad de llevar a cabo mi propio proyecto cuando en 2015 me aceptaron en el programa de formación “Nansaemprende” que la Fundación Botín venía desarrollando en el valle del Nansa y Peñarrubia (Cantabria). Sin esta formación empresarial inicial que me diese una buena base, seguramente no me hubiese atrevido nunca a dar el paso para poner en marcha mi propia empresa. El concurso de proyectos que se realizó al final del programa de formación empresarial me dio el empujón definitivo porque NansaNatural fue el proyecto ganador de 2015 y con el capital semilla pude empezar al año siguiente… ¡y aquí continúo!

¿En qué consiste tu proyecto? ¿Dónde encontraste la inspiración para desarrollarlo, cómo surgió la idea?

NansaNatural es un proyecto de turismo sostenible en el medio rural que pone en valor el patrimonio natural, cultural y paisajístico de los entornos rurales de Cantabria a través de experiencias con una profunda base cultural, que establecen relaciones interculturales directas y respetuosas con la población local y que permiten crear vínculos con el territorio.

Está constituida como una agencia de viajes minorista. Creamos, diseñamos y realizamos packs de experiencias en el medio rural que aportan una inmersión profunda y un conocimiento integral del territorio y su disfrute emocional y sensorial.

Trabajamos con grupos reducidos donde el visitante adopta un papel activo. Ofrecemos un enfoque humano interesándonos en las historias y las personas. Establecemos relaciones interculturales directas, respetuosas entre turistas, habitantes, productores y artesanos con los que trabajamos en colaboración. Con todo ello vamos creando una imagen de marca turística del destino basada en la identidad territorial.

En NansaNatural nos diferenciamos de otras agencias de turismo rural en que no nos limitamos a comercializar actividades, sino que detrás de todo lo que hacemos existe un firme compromiso con el desarrollo rural, trabajamos enfocados en él y en la sostenibilidad en sus tres ámbitos: medioambiental, social y económica.

Desde el punto de vista de la sostenibilidad medioambiental, promovemos la preservación de los recursos naturales fomentando una responsabilidad consciente, un turismo responsable, respetuoso y no masificado, y minimizando los impactos negativos del turismo. Ponemos en valor la herencia patrimonial de Cantabria, sus valores naturales y su legado histórico y cultural, eligiendo las localizaciones por su interés y calidad.

Desde el punto de vista sostenibilidad social, nuestras experiencias ofrecen un enfoque humano interesándonos por las historias y las personas que viven en el medio rural.  Motivamos al turista para que tenga un papel activo y enriquecedor en el descubrimiento. El turismo vivencial que llevamos a cabo establece relaciones interculturales directas y respetuosas con los habitantes locales evitando así los impactos socioculturales negativos. Respetamos la autenticidad social de las comunidades locales, divulgamos sus activos culturales y sus valores tradicionales. Además, buscamos un modelo cooperativo basado en alianzas.

Desde el punto de vista de la sostenibilidad económica buscamos aportar nuevas alternativas o complementar las tradicionales actividades productivas de los entornos rurales que sumen para alcanzar un crecimiento sostenible. Tratamos de favorecer la creación de sinergias entre empresas y agentes locales. También, fomentamos el trabajo digno, la igualdad de oportunidades poniendo en el centro a las personas y la Sostenibilidad de los territorios. Y aportamos dinamismo a los lugares donde se desarrollan las experiencias con el claro objetivo de evitar la despoblación.

La inspiración para dar forma a un proyecto así surge principalmente de mis dos grandes pasiones viajar y la fotografía. He tenido la suerte de visitar en mis viajes a lo largo de más de 18 años numerosas comunidades rurales de países como Namibia, Botswana, República del Congo, Madagascar, Marruecos, Etiopía, Senegal, Norte de la India, Suroeste de China, Indonesia, Colombia o Argentina. En todos ellos he conocido culturas muy diferentes con formas de vida tradicionales, interactuado con la población, y como dice el escritor británico Somerset Maugham: “Al regresar de un viaje, nunca soy la misma que salió”.

Divulgar el patrimonio de los entornos rurales se convirtió en una prioridad para mí y el proyecto de NansaNatural trata precisamente de eso. El territorio rural en el que vivimos es nuestro patrimonio, una herencia que recibimos de los que nos precedieron, es necesario ponerlo en valor, difundir nuestra “cultura territorial” y patrimonial porque necesitamos conservarlo para las generaciones futuras.

¿En qué punto está tu proyecto (empezando, reformulando, es un negocio familiar…)?

NansaNatural tiene ahora siete años de vida. Sigo con algunas experiencias que se crearon al principio de la actividad, otras se han ido modificando y adaptando a la demanda de los clientes y, por supuesto, continúo creando, diseñando y poniendo en marcha nuevas experiencias que pongan en valor el medio rural, su cultura, tradiciones, formas de vida, paisajes… Siempre digo que conocer el patrimonio es fundamental para saber valorarlo y, por tanto, para conservarlo. Es fundamental transmitir los valores y la cultura del medio rural si queremos atajar esta lacra que es la despoblación y fomentar el desarrollo rural sostenible para que haya futuro en nuestros pueblos.

¿Cómo te preparaste para desarrollar tu idea de negocio en el medio rural? ¿A qué servicios acudiste? ¿Te sirvió de apoyo?

Para mí fue fundamental haber tenido la oportunidad de incorporarme al programa de formación empresarial “Nansaemprende”. Allí perfilé mi modelo de negocio, di forma al proyecto empresarial, determiné su viabilidad financiera, definí la imagen de la empresa y preparé un plan de marketing junto con un plan de acción.

Creo que también fue importante para que el proyecto fuese completo la formación académica previa adquirida (soy profesora, geógrafa, máster en Climatología y Riesgos Medioambientales y monitora de educación ambiental) y mi experiencia profesional.

¿Con qué barreras te has encontrado para desarrollarlo? ¿alguna específica por ser mujer? Específicas del medio rural y otras que considere importantes.

Al comienzo, los contratiempos surgieron con algunas cuestiones administrativas, por eso siempre que me preguntan digo que es importantísimo antes de iniciar el proyecto conocer la normativa y los trámites, para que una vez que has empezado no tengas que deshacer el camino andado.

En relación con el diseño de las experiencias es complicado a veces convencer a los productores locales para que sumen a su actividad principal llevar a cabo experiencias turísticas que pueden servirles de complemento económico. Cuando nunca te has dirigido a un grupo de gente desconocida a la que tienes que contar cómo es tu modo de vida puedes sentir cierta falta de confianza, por eso mi papel es estar acompañándolas/es en todo el proceso. Muchas veces supone meses de conversaciones, de estar con ellas y ellos tanto durante el proceso de creación como en la realización. Para mí ha sido, y sigue siendo, un objetivo fundamental de la empresa crear un modelo cooperativo de alianzas con productoras/es, artesanas/os, empresas locales, asociaciones locales, etc., y eso se hace en base a la confianza mutua y el respeto entre todas/os.

¿Cuáles son las mujeres referentes que te han inspirado? ¿Alguna relacionada con el medio rural?

He conocido a muchas mujeres en los pueblos y ahora aún más porque las busco expresamente para poder diseñar experiencias rurales con esa profunda base cultural que caracteriza la actividad de NansaNatural. Son para mí un referente continuo. Cuando tengo días en los que parece que nada va a salir bien pienso en cada una de ellas, en su inmensa capacidad de trabajo, en su valentía a prueba de bombas, en sus esfuerzos por sacar adelante sus quehaceres, en el apoyo que se ofrecen entre ellas, en su lucha por mantener en sus pueblos la cultura rural y en que sus hijos puedan tener una vida digna en los pueblos donde nacieron… por tantas cosas ellas son para mí un ejemplo de vida donde mirar y aprender.

¿Crees que tu sector está muy masculinizado?

Las mujeres juegan un papel fundamental en la búsqueda de nuevas oportunidades económicas en las zonas rurales y están más abiertas al cambio. Cuando empezó el despegue del turismo rural algunas mujeres se convirtieron en propietarias de casas rurales, pero esos negocios se basaban en gran parte en que desarrollaban las mismas tareas estereotipadas que muchas veces no estaban adecuadamente valoradas.

En los últimos años las tendencias nos hablan de cambios. Se vienen desarrollando nuevos proyectos empresariales turísticos encabezados por mujeres y que suponen su fuente de ingresos principal, cuentan con financiación externa y muestran mayor independencia del núcleo familiar.

En el Barómetro del Turismo Rural se ve como la mayoría de los propietarios que gestionan alojamientos rurales son mujeres mayores de 55 años. Tienen estudios universitarios o máster y viven en la misma provincia en la que tienen su alojamiento turístico.

Pero si hablamos del sector turístico en general, aún queda mucho para la igualdad de género, apenas hay mujeres, tan solo el 23% de las empresas de esta industria estratégica tienen una mujer como primera ejecutiva.

¿El apoyo recibido al desarrollar tu proyecto ha provenido de hombres y mujeres por igual?

En mi caso, sí he sentido el apoyo tanto de hombres como de mujeres. Las experiencias se diseñan contando con la población local, de hecho, sin ella no serían posibles. También es cierto que las mujeres han sido mucho más pro-activas a la hora de participar cuando les he propuesto realizar las experiencias.

Desde el comienzo para mí ha sido fundamental que en las experiencias estuvieran las mujeres que viven y trabajan tan intensamente en los pueblos, quería poner en valor su trabajo, muchas veces invisibilizado. Todas ellas son un gran ejemplo en el que mirarse y representan una motivación extra para las que nos hemos lanzado en esta aventura del emprendimiento.

¿Cómo crees que tu proyecto afecta al tejido o la economía de tu comunidad? ¿y qué valor añadido aporta al medio rural?

Como os decía anteriormente en NansaNatural queremos que nuestras experiencias puedan resultar un complemento a las actividades productivas tradicionales. En el medio rural dada la situación actual es muy necesario diversificar, encontrar actividades que aporten ingresos a la economía familiar. Como dice el refrán: “No pongas todos los huevos en la misma cesta”.

Además, desde un principio no quería hacer esto sola, siempre busco trabajar desde un modelo cooperativo con personas productoras, artesanas, asociaciones culturales, empresas, etc. De esta forma, aportamos calidad al producto final y al mismo tiempo impulsamos la actividad económica local.

¿Cómo conociste el Programa Desafío Mujer Rural? ¿En qué ha ayudado al desarrollo de tu idea?

Lo conocí a través de las redes sociales cuando se puso en marcha la tienda online para mujeres que tenían alguna actividad empresarial en el medio rural. En mi caso el programa ha sido un apoyo para dar mayor visibilidad de las experiencias rurales de NansaNatural. Además, me ha permitido colaborar con el Instituto de las Mujeres participando en algunos encuentros entre emprendedoras que son muy enriquecedores para todas nosotras.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?

En estos momentos quisiera avanzar en la digitalización de la empresa, especialmente para implantar la venta por internet y la gestión de reservas. Igualmente, me gustaría conseguir que NansaNatural pudiera crear un marco de colaboración con ayuntamientos locales para diseñar y desarrollar programas de experiencias turísticas contando con el bagaje que hemos adquirido. Siempre se habla de la importancia de la colaboración público-privada, pero no siempre es fácil alcanzarla, y no siempre las administraciones locales tienen en cuenta a las empresas pequeñas que trabajamos en los territorios.

¿Cómo ves tu sector en el medio rural? ¿Qué recomendaciones les harías a las mujeres que quieren emprender en el medio rural?

El turismo rural está en alza y parece que tiene buenas perspectivas, pero creo que el futuro del turismo pasa por enfocarnos hacia un turismo sostenible respetuoso con el ecosistema, con un mínimo impacto sobre el medioambiente y la cultura local.

Es necesario hacer pedagogía y tener muy presente que debe existir un respeto intercultural hacia la población local. Me preocupan estas situaciones de incomprensión de los turistas que llegan a los pueblos y no asumen que allí existe una vida cotidiana que se debe respetar.

Además, no se tiene en cuenta que el principal reclamo turístico en los entornos rurales es el paisaje, pero es muy frágil. Es necesario que el turismo sirva como herramienta para preservar los recursos naturales y que contribuya a la protección y conservación de la biodiversidad.

Para las mujeres que quieren emprender en el medio rural les diría que ¡adelante! Necesitamos mucho a las mujeres en los pueblos, somos constantes, tenemos iniciativa, somos creativas y hay muchas posibilidades, no solo en turismo:  transformación de productos alimentarios, actividades de agricultura ecológica, nuevos cultivos, apicultura, ganadería extensiva, el cuidado de personas, actividades relacionadas con la construcción y con las nuevas tecnologías u otras dirigidas a cubrir las necesidades comerciales.

Creo que la formación es fundamental siempre, pero en el emprendimiento más si cabe, no se puede empezar sin una buena base que proporcione la seguridad de que vas por buen camino. Les diría que tengan ilusión, también conciencia de que tendrán que trabajar mucho, que el camino no es sencillo, muchas veces será ingrato, pero cuando consigues ir cumpliendo objetivos es ¡tan bonito!, te cargas de energía y ves que el camino tiene sentido, que puedes generar ingresos y al tiempo crear oportunidades y contribuir al desarrollo del lugar en el que vivimos.

Por último, una frase con la animarías a otras mujeres a emprender en el medio rural.

“En toda historia de éxito encontrarás a alguien que tomó una decisión valiente”, Peter F. Ducker.

Posibilidades de empleo en el medio rural hay muchas, solo necesitamos detectar qué necesidades existen, unirlas a nuestras pasiones como personas emprendedoras y ¡ser valientes!