El cooperativismo agroalimentario español ha experimentado un avance significativo en igualdad de género durante la última década, gracias a una colaboración estratégica entre Cooperativas Agro-alimentarias de España
, el Instituto de las Mujeres
y las federaciones autonómicas. Este esfuerzo conjunto ha colocado la igualdad en el centro del modelo cooperativo, impulsando la formación, la visibilidad y el liderazgo de las mujeres en un sector tradicionalmente masculinizado.
Desde el lanzamiento del proyecto piloto INTEGRA en 2010, se ha recorrido un camino constante para situar a la igualdad como la base del modelo cooperativo. Quince años después, este compromiso se ha consolidado como un pilar fundamental, tanto para Cooperativas Agro-alimentarias de España como para la Asociación de Mujeres de Cooperativas Agroalimentarias de España
(AMCAE).
«Las mujeres de las cooperativas agroalimentarias son protagonistas del cambio en el medio rural», afirma Begoña Suárez Suárez, subdirectora general para el Emprendimiento, la Igualdad en la Empresa y la Negociación Colectiva de las Mujeres, del Instituto de las Mujeres «Con su esfuerzo y liderazgo, fortalecen a todo el sector, haciéndolo más inclusivo, innovador y sostenible.»
Marcos normativos y programas específicos han sensibilizado al sector y proporcionado itinerarios formativos que han profesionalizado a las socias cooperativistas. El marco de colaboración con el Instituto de las Mujeres ha impulsado iniciativas para el emprendimiento y el liderazgo femenino, contribuyendo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible y al III Plan Estratégico para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres (2022-2025).
Las federaciones territoriales han adaptado este marco a las necesidades locales. En Castilla La Mancha, el convenio con el Instituto de las Mujeres ha sido un punto de inflexión. En Extremadura, los encuentros interterritoriales fomentan el aprendizaje y la cooperación. En Castilla y León, la formación y sensibilización han fortalecido el empoderamiento de las socias.
Si bien los avances son notables, con un 10% de los asientos en los consejos rectores ocupados por mujeres, el reto ahora es continuar. La implicación de las Administraciones sigue siendo crucial para consolidar los logros y seguir abriendo camino hacia una mayor igualdad en el sector cooperativo agroalimentario.



