Casi un cuarto de millón de mujeres trabaja en España en el campo, en la agricultura y en la ganadería, pero solo el 26 por ciento de ellas son jefas de explotación. La escasez de servicios y las escasas posibilidades de encontrar trabajos bien remunerados llevan a muchas a abandonar el medio rural, pero también son numerosas las que han hecho el camino inverso.
En Informe Semanal han hablado con varias de esas mujeres, como María, Susana, Ana, Milagros y María Pía, que han hecho el viaje a la inversa, de la ciudad al campo, para ponerse al frente de las explotaciones familiares. Convencidas de que otro enfoque es posible, han decidido vivir y aprender del campo, y han tenido que superar muchos obstáculos para defender sus apuestas por la igualdad y la sostenibilidad.