Un innovador proyecto que pone en valor el papel de las mujeres rurales y apuesta por el desarrollo sostenible está transformando el sendero «Emakumeen Memoria» («La Memoria de las mujeres») en Tierras de Iranzu, Navarra. La iniciativa, impulsada por la Asociación Tierras de Iranzu, el Ayuntamiento de Abárzuza
y el Programa Innova
, busca combatir la despoblación en la zona, impulsando la cultura, el medio ambiente y la igualdad de género.
El proyecto se centra en la mejora ambiental, la accesibilidad y la revalorización etnográfica de la ruta, con un enfoque primordial en el empoderamiento de la mujer rural. La clave del éxito reside en la gestión del proyecto por las propias mujeres de Tierras de Iranzu, quienes aplican una perspectiva de género y fomentan la colaboración intergeneracional. Se ha creado, además, una comunidad de «mujeres embajadoras» para potenciar la participación en proyectos culturales y ambientales en la comarca de Tierra Estella.
En el ámbito medioambiental, el proyecto incorpora acciones innovadoras para mitigar el cambio climático, promoviendo la economía circular y fomentando la conciencia ecológica.
La iniciativa ha permitido rescatar y digitalizar un valioso legado histórico y cultural. Se ha restaurado un lavadero medieval, adornándolo con una figura de madera que representa a una mujer lavando, y se ha rehabilitado una antigua borda ganadera con materiales reutilizados para poner en valor el tradicional proceso de ordeño y la elaboración del queso Idiazabal. Además, se adecuaron zonas agrícolas y la histórica batería carlista de la Batalla de Abárzuza, resaltando la crucial participación de la mujer en la agricultura y su rol como artillera en las guerras carlistas.
La accesibilidad es un pilar fundamental del proyecto, garantizando la inclusión de personas con discapacidad visual, auditiva y cognitiva. Para ello, se ha contado con la colaboración de entidades como Fundación Ideas, Eunate, Once y Anfas. La información de los paneles, por ejemplo, está adaptada a Lectura Fácil y traducida al euskera. Los paneles incorporan indicaciones en lenguaje braille y los vídeos incluyen locución, intérprete de lengua de signos y subtítulos, asegurando que la riqueza del sendero sea accesible a todas las personas.
Este proyecto demuestra cómo el empoderamiento de las mujeres rurales, la puesta en valor del patrimonio cultural y el compromiso con la sostenibilidad pueden revitalizar comunidades y construir un futuro más próspero e inclusivo en Tierras de Iranzu.