Según un informe reciente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, solo el 2,5% de las mujeres en edad laboral activa en la comunidad se dedica a la agricultura, en comparación con el 9,6% de los hombres. Esta diferencia de más de siete puntos sitúa a Castilla y León como la tercera región con mayor brecha de género en el sector, solo por detrás de Extremadura y Murcia.
El estudio, que analiza la mano de obra agraria con perspectiva de género, revela que, si bien Castilla y León es la cuarta comunidad con mayor porcentaje de población activa dedicada al sector primario (6,4%), la representatividad femenina se sitúa por debajo de la media nacional (2,3%).
La desigualdad se extiende a otros ámbitos del sector. La presencia de mujeres en cooperativas agrarias es significativamente menor que en otras comunidades, con solo un 18% de socias de primer grado. Además, la participación femenina en consejos rectores y presidencias de cooperativas es de las más bajas del país.
Sin embargo, el informe destaca un dato positivo: la presencia de mujeres en la jefatura de explotaciones agrarias alcanza el 28,1%, cerca de la media nacional. Esta cifra es especialmente relevante en vitivinicultura y olivar (31,4%), cultivos leñosos (30,7%) y frutales, bayas y cítricos (30,2%). Por el contrario, la presencia femenina es menor en actividades ganaderas, especialmente en bovino de leche, ovino, caprino y porcino.
A pesar de estos avances, el informe subraya la necesidad de seguir trabajando para reducir la brecha de género en el campo de Castilla y León, promoviendo la igualdad de oportunidades y el empoderamiento de las mujeres en el sector primario.