“La superación de la desigualdad de género puede desempeñar una función esencial en la tarea de liberar al mundo del hambre y la malnutrición”, afirmó recientemente el Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Sr. QU Dongyu, a la vista de los datos objetivos que demuestran que la brecha de seguridad alimentaria entre hombres y mujeres se ha incrementado.
“Las mujeres son actores clave en los sistemas agroalimentarios y contribuyen de manera esencial al desarrollo agrícola y rural”, declaró el Sr Qu en el discurso que pronunció en el Diálogo inaugural de alto nivel organizado por la Coalición alimentaria y titulado Repercusiones de las crisis mundiales en la seguridad alimentaria: las mujeres, agentes clave en la transformación de los sistemas agroalimentarios. “Pero si queremos crear sistemas agroalimentarios que beneficien a todas las personas, sin dejar a nadie atrás, debemos superar la desigualdad de género”, añadió el Sr. QU.
Existen datos objetivos de que los factores subyacentes del incremento del hambre observados durante los últimos años, es decir, los conflictos, las perturbaciones climáticas y las recesiones económicas, han afectado a las mujeres en mayor medida que a los hombres. La brecha de género en materia de seguridad alimentaria creció incluso más durante el año en el que la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) se propagó por todo el mundo, pues la prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave fue un 10 % más elevada en las mujeres que en los hombres en 2020, en comparación con el 6 % registrado en 2019.
El Director General también señaló que las mujeres son cerca de la mitad de la mano de obra rural en los países de ingresos bajos. A pesar de ello, “en cualquier lugar, las mujeres del medio rural se enfrentan a limitaciones basadas en el género que limitan su potencial”, afirmó el Sr. QU.